Confidencial
Wilfredo Miranda Aburto
La Policía Nacional arremetió esta tarde contra la ciudadanía que pretendía entregar víveres a un grupo de ancianos que reclaman el acceso a la pensión reducida que debería entregarles el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS). Los enfrentamientos se dieron en las inmediaciones de la sede de esta entidad, en donde un contingente de la fuerza pública está impidiendo el paso.
En dichos enfrentamientos, resultaron fuertemente golpeados y roceados con gas pimienta tanto periodistas, como jóvenes y adultos que se encontraban en la zona. Miembros de la Bancada Democrática Nicaragüense (BDN), encabezada por el diputado Eduardo Montealegre, arribaron al recinto a mostrar su solidaridad, pero fueron rechados por los manifestantes que coreaban "aquí no hay partido, solo un pueblo unido".
Minutos antes, la ciudadanía pretendía pasar alimentos, colchonetas y bebidas, desde los techos de las casas aledañas a la institución, pero los policías también se subieron a los techos de las viviendas para impedir el paso de los mismos. Gonzalo Carrión, director jurídico del Centro de Derechos Humanos (CENIDH), denunció que los ancianos dentro del INSS desde ayer no tienen comida ni agua.
En el edificio del INSS (que fue tomado desde ayer martes) sólo quedan alrededor de 150 adultos mayores, a quienes le pretenden pasar los víveres. Uno de los ancianos dijo que el agua y la luz en el edificio fue cortada, y que las ancianas deben orinar a la intemperie.
Los dirigentes de la Unión Nacional del Adulto Mayor (UNAM) también difundieron una convocatoria nacional en apoyo a sus miembros, quienes desde ayer están protestando por el acceso a la pensión reducida. En ella, hicieron constar que éstos han sido objeto de agresiones y lesiones físicas, bajo las órdenes de Roberto López Gómez y Sagrario Benavidez, presidente y vicepresidente del Seguro Social respectivamente.
La Policía redobló su personal, mientras que el Gobierno ordenó cortar el suministro de agua al edificio del INSS y el acceso a los baños fue bloqueado, denunciaron los miembros de la UNAM. "No les importa lo que nos pase, nos quitaron el agua, los baños, no podemos tomar una pastilla ni hacer nuestras necesidades, no dejan penetrar alimentos", dijo el presidente de la UNAM, Porfirio García.
Grupos juveniles y personas con voluntad espontánea, se reunieron en las cercanías del INSS central en Managua, al conocer que la Policía estableció un cordón de seguridad para aislar a los ancianos del resto de la población. La masa lanzando consignas que decían: "¡Agua, agua!" logró romper un primer cordón de seguridad, pero no avanzó más.
En las imágenes de televisión se pudo observar cómo los policías reprimieron a los ancianos, algunos de ellos apoyados en muletas. "(El presidente Daniel) Ortega lo que quiere es más represión. Yo también soy de la tercera edad y me mandan a callar ¿no es cobardía que a mi edad tengan miedo y me manden policías a callarme?", comentó la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez, durante el forcejeo.
En un comunicado, la UNAM denunció que han "sido objeto de agresiones y lesiones físicas por órdenes de Roberto López Gómez y Sagrario Benavides, presidente y vicepresidente, respectivamente, del Seguro Social".
La organización de los pensionados también solicitó públicamente la presencia y solidaridad de la población de Nicaragua en los plantones, la observación de organismos de derechos humanos y el respeto de sus derechos por parte de la jefa de la Policía Nacional, primera comisionada Aminta Granera.
La UNAM tiene 5.000 miembros en todo el país con capacidad para movilizarse. Los adultos mayores exigen que se les entregue la pensión reducida, que puede superar los 50 dólares mensuales, el bono solidario de 40 dólares, o al menos los bastones, sillas de ruedas, andaribeles y medicinas a las que tienen derecho.
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